No es mi fuerte empuñar la pluma,
pues en el arte de Cervantes, tu eres más dotado que yo; mas humildemente
quiero tributarte un sincero agradecimiento. Para mí, aunque externamente no te
lo pareciese el día en que me lo diste, ha representado mucho tu precioso
detalle. Que hayas tenido a bien, acordarte de un comentario mío, y me
entregases tan preciado bien, como es un retazo de tu pensamiento y creación.
No tengo el seguramente enorme
placer de conocerte en profundidad, pero este gesto que has tenido conmigo, al
hacerme participe de tus creaciones, literarias, sobre todo porque valorases un
comentario mío, como diría nuestro Rey, “me llena de orgullo y satisfacción”.
No tengo por menos, y estoy obligado
moralmente a hacer, no una crítica, para la cual no tengo ni preparación ni
éticamente sería de recibo, sino una reflexión sobre lo que he sentido al leer
tus textos.
Se ve desde un principio, tanto
en tu prosa como en tu verso, que eres un hombre de principios firmes, de
tradición antigua (por clásica, que no por rancia) y de un profundo respeto por
las figuras que te han ido moldeando, que han sido tus mayores. Esto es muy
loable y a tener en consideración, en estos tiempos tan alejados de los valores
que otrora se inculcaba desde niños. La sociedad de consumo y de una
tecnificación excesiva, y la laxitud de nosotros como padres sobre nuestros
hijos, en su educación, han llevado a una deriva casi sin retorno a la
sociedad, que se ha vuelto materialista e insensible. Por eso tus letras,
rememoran en mi, otro tiempo, en el que siendo yo tierno infante, sin entonces
comprender en su pleno significado lo que reportaría el esfuerzo, hicieron de
mi lo que hoy soy. En ti también se aprecia que los tuyos lo hicieron bien.
En el lado estético, eres hombre
austero, que prescinde de innecesario barroquismo tanto en tu prosa como en tu
verso, para centrarte en el contenido, no sin un cuidado lingüístico. Como dice
mi muy apreciado Cesar Mallorqui en su blog “la fraternidad de Babel”, “La
narrativa no consiste en construir pistas americanas llenas de obstáculos, sino
en diseñar toboganes, montañas rusas, trenes. De hecho, sostengo que escribir
de forma oscura y árida es sencillísimo, mientras que hacerlo con claridad y
garra resulta muy difícil.”
El arraigo y aprecio, a la tierra
que nos vio nacer, en tu caso…, es otro de los valores que te acompañan a lo
largo de tus párrafos.
El que haya incluido alguna
broma, no lo tomes como falta de seriedad, pues nada más alejado de la
realidad, todo ha sido sincero, sino mas bien, como una muestra de mi carácter,
que algo bien conoces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario