sábado, 31 de enero de 2015

La adulación de la vulgaridad

No hay nada peor para un mediocre, que verse rodeado de gente que lo ensalce, aunque con la buena voluntad de ser mas mediocres que él y en su sinceridad no pueden disimular lo inútil de lo que hacen. No quiero con esto criticar a la clac de admiradores, sino al que se lo cree en ocasiones o siempre,  al mediocre de turno. Que enseñe deplorables pinturas, irrisorios escritos o vulgares fotografías, pensando que es el nuevo Leonardo, la reencarnación del hombre polivalente en el mundo de las artes varias.
Y quizás tenga la culpa la persona que más le ha querido, es decir su madre. La visión subjetiva de las madres es la que ve el bebe más bonito, el mas listo y mejor de todos. Que le regala los oídos todos los días con sus fantásticas habilidades. Que enmarca todos sus dibujos y guarda todor sus gurrapatos. Pero eso no ayuda. Con toda la involuntariedad del mundo, te puede hacerte creértelo. Ese si es el problema.
Ni que decir tiene, que a una madre no pretendo llamarla mediocre, ni la hago responsable de las carencias. De eso solo lo es èl. Por eso, ese mediocre engreído...
Ese soy yo.

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